¿[Q]ué quiere decir un simple juego cuando sabemos que, entre todos los estados del hombre, es precisamente el juego, y solo el juego, lo que lo hace completo y despliega a la vez su doble naturaleza?
Schiller F., Carta XV, Cartas sobre la educación estética de hombre
Una grabación, es decir, un registro estático del trabajo en expansión que viene desarrollando el meditasónico grupo bahiense ARS[in]sonora, parece una contradictio in terminis.
Un libre juego, una libre belleza, pulchritudo vaga como expresara Kant, para el tipo de bellezas que no se ajustan a ningún concepto de belleza o perfección, es la que aquí está en juego cuando queremos comenzar a delinear algo de la impermanencia de una pura exploración sonora que se nos escapa cada vez y cada vez se configura de maneras diferentes. Y si hay que destacar el juego que realiza ARS con la materia sonora no es del orden de lo sin reglar, sino positivamente hablando de ese impulso sostenido de lo soberanamente libre.
Un juego de lenguajes donde las técnicas extendidas conviven con las tradicionales, donde se practican juntos lenguajes estéticos varios, del clásico al dadá, de la figuración a la desfiguración, de la belleza arrobadora a la sublimidad desbordante. Una percepción aumentada y dinámica donde la familiaridad nos roza hasta dejarnos en el plano del vértigo, y nociones tales como inestabilidad, transitoriedad, energías latentes, nos arrojan a abismos desde siempre nuevas formas de lo sonoro, en lúdico vaivén de automovimiento.
ARS promueve una ecología sonora, un manifiesto en esta costa sur que con sus intervenciones se desdibuja. Reclama irse más allá del plano del sonido hacia una indagación mental, social y ambiental. Ritualiza y juega al momento participativo, colectivo de la escucha. Los juegos sonoros se vuelven sonantes, resonantes, altisonantes en un verdadero remolino con la corporalidad emergente, que despierta bajo batutas diversas, vibraciones de todos los órdenes y metáforas sónicas que no solo llaman: intiman.
Marianela Calleja
ARS[in]sonora
Adriana Fernandez: flautas y aerófonos
Agostina Carra: trompeta
Alberto Carranza: electrónica en tiempo real
Alfredo Miranda: sintetizador, canto
Andrea Zanzeri: viola
Fausto Caprín: señas, guitarra intervenida, ruidismo
Gustavo Auday: contrabajo
Jorge Del Valle: violín
Patricia Galassi: acción performática vocal, ruidismo
Ricardo de Armas: cello, electrónica, coordinación
Tracks:
1- “Primera acción sonora”
Adriana Fernandez, Agostina Carra, Alberto Carranza, Alfredo Miranda, Andrea Zanzeri, Fausto Caprín, Gustavo Auday, Jorge Del Valle, Patricia Galassi, Ricardo de Armas
2 - “Temporalidad vítrea, antes de estallar” para violín, viola, cello, contrabajo y electrónica de Alberto Carranza
Andrea Zanzeri, Fausto Caprín, Gustavo Auday, Jorge Del Valle, Ricardo de Armas
3 - “Segunda acción sonora”
Adriana Fernandez, Agostina Carra, Alfredo Miranda, Patricia Galassi
4 - “Colores suspendidos” para contrabajo y violoncello de Gustavo Auday y Ricardo de Armas
Gustavo Auday, Ricardo de Armas
5 - “Tercera acción sonora”
Adriana Fernandez, Agostina Carra, Alberto Carranza, Alfredo Miranda, Andrea Zanzeri, Fausto Caprín, Gustavo Auday, Jorge Del Valle, Patricia Galassi, Ricardo de Armas
6 - “Acción sonora en el Museo de Arte Contemporáneo”
Adriana Fernandez, Agostina Carra, Alberto Carranza, Alfredo Miranda, Andrea Zanzeri, Fausto Caprín, Gustavo Auday, Jorge Del Valle, Patricia Galassi, Ricardo de Armas
Grabado durante 2022 en el Teatro Municipal de Bahía Blanca
Técnico de sonido: Federico Contreras (tracks 1 a 5)
Grabado durante 2022 en el Museo de Arte Contemporáneo de Bahía Blanca
Grabación a cargo de Alfredo Miranda (track 6)
Edición y mezcla a cargo de Alberto Carranza, Alfredo Miranda, Fausto Caprín, Ricardo de Armas
Master a cargo de Ricardo de Armas
Fotografías: Raúl Lázaro